- 22 de mayo | 18:30 h
Conversatorio con las artistas y el equipo de producción. Consistirá de un diálogo entre los expositores y el público, centrado en el proceso de producción del dispositivo artístico. - 25 de mayo | 11 h
Recorrido por la obra junto a las artistas.
Actividades abiertas y para todo público
Esta muestra inmersiva recupera el proceso de la fermentación del bagazo, residuo de la fabricación del azúcar a partir de la caña, a través de un dispositivo que traduce las variables de humedad y temperatura en sonidos que componen el ambiente de la instalación.
El proyecto es resultado de un trabajo de campo e investigación realizado entre 2021 y 2022 sobre los hechos acaecidos en 1976 durante la Noche del Apagón en Libertador General San Martín y Calilegua, en la provincia de Jujuy, donde el Estado terrorista secuestró a más de 400 personas con la complicidad de la empresa azucarera Ledesma.
Esta obra es el resultado de un trabajo de campo e investigación realizado por las artistas entre 2021 y 2022 sobre los hechos acaecidos en 1976 durante la Noche del Apagón en Libertador General San Martín y Calilegua, en la provincia de Jujuy, donde el Estado terrorista secuestró a más de 400 personas con la complicidad de la empresa azucarera Ledesma.
Esta muestra inmersiva recupera el proceso de la fermentación del bagazo, residuo de la fabricación del azúcar a partir de la caña, a través de un dispositivo que traduce las variables de humedad y temperatura en sonidos que componen el ambiente de la instalación.
En palabras de la curadora:
«Romina Garrido y Alejandra Fábregas nos proponen orillar la noche. Entrar a tientas a una escena para habitar un tiempo y un paisaje: la noche del apagón del Ingenio Ledesma, en Calilegua, Jujuy.
Allá, una yunga desbordada de cañas de azúcar y una fábrica de papel. En el centro, una montaña de bagazo se impone en Libertador General San Martín. El bagazo es un residuo, la piel del cañaveral, su pellejo. Una piel descompuesta, con un olor inmundo y penetrante con el que conviven sus habitantes como un signo o un señalamiento.
Acá, dos artistas atravesadas por la migración y la dictadura instalan un exterior en un interior, un paisaje dentro de otro. En esta obra, la ausencia de luz trae un rastro de la experiencia de aquellas noches de oscuridad total. La penumbra nos amplifica el rumor de la yunga y la sonoridad de la descomposición, un sonido aumentado y vivo, que también habla de la muerte.
Una noche en Calilegua es una obra poético-política que indaga, de manera sensible, el horror de los hechos ocurridos entre el 20 y el 27 de julio de 1976. Una noche de cuerpos ausentes. Una noche dentro de otra».
