Con producción propia y habiéndose hecho cargo de todo lo que suena, sale a la cancha en solitario y aullando Florencia Ruiz, una música que lleva más de 20 años haciendo sus discos siempre de modo personal y arrollador. «AULLIDO»
Este trabajo compuesto por 11 piezas que llevan el perfume del deseo, del grito colectivo y del viento de adentro, tiene pinceladas de rock, de pop, de experimentación y de eso que denominamos: el estilo de flOr, lo que no se puede explicar.
Además, como anticipo, el primer corte «Bienvenide a irte» una canción espaciosa y hechizante pronunciada en solidaridad con las mujeres, danza en un videoclip dirigido por Marcelo Lupis y Tomás D´Antonio disponible en You Tube.
«AULLIDO» es el octavo trabajo solista de flOr. También grabó con su banda japonesa, con su compañero de dúo el Maestro Mono Fontana (con quien lleva una década tocando) y con Ariel Minimal. Ha acompañado la edición de sus discos en ocho oportunidades a Japón, NYC, México y Chile y se ha presentado en formato solitario en Madrid, Barcelona, París, La Habana, Montevideo y ciudades del interior de la Argentina.
«AULLIDO» cuenta con la Dirección de arte de tapa y fotos de Nora Lezano, el Mastering de Mariano López, el diseño de Ale Leonelli, y está mezclado por Marcelo Lupis y grabado por Mariano Keselman y Norberto Villagra en 2020. La edición en vinilo salió por Tara Records, un Nuevo sello discográfico con sede en Suiza
DICE FLORENCIA RUÍZ: Yo me quedé a vivir en el país del aullido, en ese territorio donde no empecé a entender de que iba el mío propio, entonces le di rienda suelta, las leyes eran mis propias leyes y no tenía por qué estar respondiendo a nada ni a nadie. Creo que esto es un proceso bien personal, bien íntimo, ligado al deseo y no a la idea del encierro y la pandemia, creo que es un proceso natural que después de tantos años de hacer música y de recorrer una ruta bien mía: me voy a nutrir de esto, voy a bajar acá, acá voy a comprar esto, esto lo voy a dejar, con esto voy a construir otra cosa, me voy a quedar un rato con esta persona, voy a estudiar esto, entonces voy a enseñar aquello. Creo que después de tantos años de música que son prácticamente los años que tengo de vida irrumpe este grito, un grito íntimo, personal, profundo pero que clama por compañía, que pide unir a la tribu, que pide llegar a la manada, que necesita de otras y de otres y que ya no se lo quiere guardar más, ya no quiere trabajar simplemente para nutrir el mundo interior sino que necesita, quiere y va a ir a buscar como darse una vuelta por el mundo exterior y de alguna manera modificar un poquito de ese otro planeta. Los discos, las obras un poquito son eso, un poquito son eso.